domingo, 27 de diciembre de 2009

Cerros de aserrín




Chury: Es casi un vacío...

Macció: Absoluto, entonces lo que hice fue arrancar de Paso de los Toros rumbo a Rivera y metiéndome en caminos vecinales de toscas donde se podía ver paisajes, bajar por la ruta 5 y luego entrar por la ruta 26 hasta Salto, después entrar por la ruta 3 y entrar por Nuevo Berlín, recorrer todo ese mundo de árboles y pararse y mirar el paisaje con prismáticos a muchos kilómetros de distancia y no ver gente, no ver cerros, ver monte y monte con una perfección y un estudio matemático, una prolijidad de plantación, una prolijidad de tala del bosque, del manejo del bosque, increíble

Chury: Sin la versatilidad de los pájaros porque tampoco hay...

Macció: No hay pájaros, el manejo del monte de eucaliptos es perfecto tecnológicamente hablando, los viveros son perfectos lo que dice que hay que reponer decenas de miles y miles de árboles que se seguirán plantando y pude ver un fenómeno topográfico nuevo en las cercanías de Tacuarembó, un poco adentro, unos cerros de un material nuevo que me costaba reconocer hasta que me di cuenta lo que era y no podía creer, cerros que pueden tener 25 metros de altura

Chury: No me diga que es aserrín...

Macció: Aserrín, cerros de aserrín que como se va pudriendo alguna parte, no tienen capacidad para aprovecharlo, genera un cierto musgo, un cierto liquen y del color amarillo claro del aserrín va tomando un color más oscuro verdoso pero son cerros, así como antes había cerros de minerales, de canteras explotadas, ahora tenemos cerros de aserrín.

Leer mas CX36 entrevista a Guillermo Macció


Los monocultivos de eucaliptos en Uruguay producen deuda externa
Dardo Arigón


Las empresas que realizan los monocultivos de eucaliptos son subsidiadas por el gobierno de Uruguay, tienen exoneraciones impositivas para la importación de maquinaria, préstamos a reducido interés, y los diferentes y sucesivos gobiernos han realizado inversiones en infraestructura para mejorar las condiciones en que trabajan estas empresas.

El costo para el gobierno de estos beneficios otorgados a las empresas ascendió aproximadamente a U$S 450 millones, lo cual incrementó e impidió una mayor amortización la deuda externa del país, lo que significa que la población no sólo deberá pagar mayor deuda, sino también mayores intereses.

Aún hoy estas empresas utilizan las rutas nacionales que paga en su totalidad la población. Pero en general las rutas nacionales se construyen con préstamos de organismos internacionales incrementando la deuda externa.

A este endeudamiento no le podemos contraponer pagos que realicen estas empresas al Estado de Uruguay porque no realizan ninguno: por la venta de la madera no se paga IMEBA (Impuesto a la Enajenación de Bienes Agropecuarios), ni IRA (Impuesto a la Renta Agropecuaria) como los demás productos agropecuarios, no pagan contribución inmobiliaria rural como el resto de los campos que no tienen eucaliptos, s, extrayendo nutrientes en una función similar a la minería, y eliminando los mismos desechos y sin embargo no se establecen los impactos negativos sobre el suelo. Es conveniente resaltar que entre los nutrientes extraen agua afectando este recurso natural imprescindible para la producción de alimentos.

¿Cuál será el costo de restablecer la calidad del suelo cuando se pretenda comenzar con la producción agropecuaria? Este costo se está transfiriendo a las generaciones futuras, pero debería preverse para que los responsables sean quienes lo paguen y no recaiga nuevamente en la población. Esta es otra parte de la deuda ecológica que están generando los monocultivos de eucaliptos, y que le transferimos a las futuras generaciones.

Napas freáticas

Las napas freáticas son impactadas por los extensivos monocultivos de eucaliptos afectando a los productores que ven reducir o desaparecer el caudal de sus pozos.

Para mitigar este problema a los productores próximos a Mercedes la Intendencia del departamento envía camiones cisterna para aprovisionarlos de agua, este es un costo que paga la población, y esta es una deuda ecológica de la empresa forestadora y del Estado español que las apoya. También el gobierno nacional está proponiendo realizar pozos semisurgentes a su costo lo que tendrá consecuencias sobre el endeudamiento externo.

Flora y fauna

La vegetación de pradera donde se contaron cerca de 2000 especies entre las cuales 187 son gramíneas desaparece debajo de los monocultivos de eucaliptos. La fauna que se alimentaba de esas pasturas despareció, se está realizando una verdadera depredación. Legalmente está prohibida la caza de determinadas especies, pero los monocultivos terminan con ellas y esto se permitió y se permite. ¿cual es el costo de recuperar esa biodiversidad, fundamental para encarar la producción agropecuaria? Esto es parte de la deuda ecológica que tienen hoy las empresas que realizan los monocultivos y los gobiernos y organismos de crédito que las apoyan.

Fauna depredadora

También genera deuda ecológica actual la presencia de fauna que utiliza las plantaciones como refugio y que se alimenta de la producción de los productores vecinos (jabalíes, zorros, palomas, loros, yaras).

Tocones

Los tocones de los eucaliptos no se descomponen, y el costo de su extracción en una hectárea es equivalente al costo de una hectárea de campo, esto indica la importancia del mismo. Si el objetivo es utilizar esas tierras para la producción agropecuaria es necesario extraer los tocones De la misma manera que ocurre con los impactos ya enunciados, este costo se trasmite a futuras generaciones.

Soberanía alimentaria

Es imposible la producción de alimento en las tierras ocupadas por monocultivos de eucaliptos hasta que se termine su ciclo productivo. Pero las necesidades urgentes, tanto en el mundo como en Uruguay, son las de producir alimentos para todos, y en Uruguay está limitada por los campos de buen suelo y ubicación dedicados a la producción de madera para celulosa. Esta limitación para producir alimentos atenta contra la soberanía alimentaria.

Modelo agroexportador

Es el mismo modelo que se practica con la soja y con la palma africana, se produce para exportar a los países económicamente desarrollados y resolver sus problemas de sobreconsumo. Este modelo se enfrenta al del autoabastecimiento, o al de la producción de alimentos para exportar.

Mano de obra

Los monocultivos de eucaliptos desplazan importe cantidad de mano de obra, con preparación adecuada para los trabajos rurales que aprendieron a través de años de trabajo. Estas personas trabajaban en su mayoría en la producción agropecuaria durante todo el año y sólo algunos como trabajadores zafrales. Muchos de ellos vivían con su familia en el campo.

Los propietarios o arrendatarios de los campos se dedicaban a la producción agropecuaria y en general eran quienes tenían a su cargo la orientación de la misma, estos productores también se pierden.

En los monocultivos forestales trabajan personas solamente en la preparación del suelo, en la plantación de los árboles y al final del periodo en la cosecha. Se pierde importante cantidad de trabajadores rurales con preparación adecuada.

Los impactos negativos de los monocultivos de eucaliptos deben ser evaluados como parte de la deuda ecológica de los países económicamente desarrollados con los países empobrecidos.

FÁBRICAS DE CELULOSA

Costo social actual

Las proyectadas fábricas están generando costos sociales que es necesario evaluar. La discusión sobre las fábricas de celulosa se ha instalado en el país, y también en Argentina, con las respectivas pérdidas en tiempo y dinero (entre otros presentaciones en la Corte de La Haya y en el MERCOSUR). Este costo es consecuencia de una deficiente información sobre los contaminantes que eliminarán estas proyectadas fábricas y sus impactos negativos.

Calentamiento de la atmósfera

La responsabilidad del calentamiento de la atmósfera es de los países económicamente desarrollados (en un 90%) y por lo tanto son responsables de los costos que genera, esto es una deuda ecológica de todos los países desarrollados, con los países empobrecidos.

Las fábricas de celulosa que proyectan instalarse en Uruguay eliminarán por sus chimeneas vapor de agua y dioxido de carbono, esto incrementará el calentamiento de la atmósfera. Al calentamiento global que se está viviendo en Uruguay hay que agregar este calentamiento local, que incrementa los impactos negativos que deben ser de cargo de estas empresas y organismos que las apoyan..

Así los países del norte trasladan a los del sur estas empresas para poder cumplir con el Protocolo de Kioto.

Contaminación de efluentes líquidos

La contaminación líquida afectará la toma de agua para la población de la ciudad de Fray Bentos, y la vida del río Uruguay. Esa contaminación llega al ser humano a través de los pescados y las aguas recreativas.

Lluvia de productos químicos

Las proyectadas fábricas de celulosa fumigarán el área cercana, eliminarán en el humo: dioxinas, furanos, mercurio y azufre entre otros. Se generará lluvia ácida, que junto con los contaminantes químicos afectará la producción, la flora, la fauna y a los seres humanos que respirarán humo. Los habitantes de zonas rurales y de las ciudades de Gualeguaychú (República Argentina) y Fray Bentos y Mercedes (Uruguay) seremos fumigados. Esta contaminación generará costos para la población, que forman parte de la deuda ecológica.

Zona Franca

Estas fábricas ya tienen asignadas zonas francas para su instalación. Además se les permitió que construyan puerto en la propia zona franca. Esto significa que no pagarán ningún impuesto por la producción que realicen allí. Uruguay no tendrá ingresos por la producción que realicen estas fábricas.

Rechazamos que se continúe con los monocultivos de eucaliptos y que se permita la construcción de las fábricas de celulosa porque al Estado Uruguayo:

- No le generan ningún ingreso
- Le generan pérdidas económicas, sociales y ecológicas
- Le genera endeudamiento externo.

Contador Dardo Arigón
Coordinadora de Mercedes contra los monocultivos de eucaliptos y plantas de celulosa

http://www.omal.info/www/article.php3?id_article=572

Eucaliptos y plantas de celulosa

Negocio para pocos, desarrollo para nadie





El grupo Guayubira durante años ha cuestionado las plantaciones de eucaliptus y pinos a gran escala en Uruguay, denunciando sus impactos ambientales, sociales y económicos, tales como:



  • cambios en la estructura y composición de los suelos, de difícil reversión,
  • disminución del rendimiento hídrico de las cuencas,
  • disminución drástica de la disponibilidad de agua superficial y subterránea en las zonas donde se implantan,
  • desaparición de especies de flora y fauna nativas debido a la sustitución de habitats naturales por plantaciones,
  • impactos sobre las producciones agropecuarias circundantes, tanto por el agotamiento del agua como por la aparición de plagas,
  • condiciones laborales de semi-esclavitud en la forestación,
  • incremento del despoblamiento rural,
  • extranjerización y latifundización de la tierra, que pasa a manos de grandes empresas transnacionales,
  • instalación de plantas de procesamiento de celulosa, agregando nuevos impactos negativos sobre aire, agua, suelo, flora y fauna, además de los relacionados con lo social y económico,
  • el pueblo uruguayo ha subsidiado a las empresas forestadores en Uruguay, pagando alrededor de 400 millones de dólares en estos años.

La legislación vigente desde 1987 promueve la forestación exclusivamente con un reducido número de especies exóticas, lo que se traduce en vastas superficies de monocultivos de árboles que no sólo no contribuyen a la biodiversidad sino que, por el contrario, afectan tanto al monte como a otros ecosistemas naturales ricos en biodiversidad.

Uruguay, país predominantemente de praderas, asiste a la transformación de parte de éstas en plantaciones monoespecíficas de eucaliptos y pinos, destinadas fundamentalmente a la exportación. Este proceso se basa en una serie de estímulos que hacen rentable esta actividad forestal, a través de la canalización de importantes sumas de dinero hacia los productores forestales (subsidios, exoneraciones impositivas, créditos blandos, infraestructura vial, etc.), que son pagados por el conjunto del pueblo uruguayo.

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Se acaba el agua

El cambio más dramático fue la desaparición del agua. Contrariamente a las "científicas" afirmaciones de los técnicos al servicio del estado y de las empresas, en Cerro Alegre se constata la desaparición del agua a los pocos años de instaladas las plantaciones. En nuestra recorrida por la zona, pudimos verificar la existencia de pozos totalmente secos -de un promedio de 30 metros de profundidad- en casi todos los predios visitados. Es importante señalar que ninguno de esos pozos se había secado antes, ni siquiera en las peores sequías sufridas en el país. La situación es tal, que la intendencia tiene que enviar camiones cisterna a la zona para abastecer los tanques donde la gente almacena el agua. La napa de agua ha bajado tanto, que cuando en alguna ocasión los funcionarios de la intendencia vertieron el agua directamente en los pozos, estos "se tragaron" toda el agua y al poco rato no quedaba ni una gota. Al mismo tiempo, se han secado cañadas enteras, han desaparecido lagunas, los antiguos bañados están hoy secos.

Pese a lo anterior, los técnicos siguen repitiendo que "no hay estudios científicos que comprueben que los eucaliptos afecten el agua". Es más, en un estudio pseudo científico, el propio INIA (Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria) ha "demostrado" que es imposible que los eucaliptos afecten al agua. ¡Que se lo digan a la gente de Cerro Alegre! "Lo eché de mi predio", comentó uno de los agricultores al contar que un técnico de la Dirección Forestal lo había querido convencer de que el agua había desaparecido porque había llovido menos y no a causa de los eucaliptos. La ciencia puede elaborar muchas hipótesis y tratar de demostrarlas, pero lo único que no puede hacer es ignorar la realidad. Y la realidad es que en este caso se vé a las claras una relación directa entre la plantación de eucaliptos y la desaparición del agua

http://www.tierra21.com.ar/default.asp?pagina=ArticuloTristezaDeCerroAlegre.asp&fondo=D5CCDD

Guillermo Macció - El país se nos va de las manos

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