jueves, 21 de enero de 2010

Todavía no

Manuel Cordero no fue extraditado

Cordero sigue en Santana do Livramento y será trasladado a Porto Alegre para que le realicen los chequeos de salud necesarios tras que un dictamen médico impidiera la extradición a Argentina.





Cordero. Alegó sentirse mal y logró que lo lleven a un hospital para un chequeo médico
Ultimos estertores de una impunidad
El militar adujo una descompensación cuando iban a conducirlo a la frontera con Argentina. Cardiólogos de la Policía brasileña decidirán si puede viajar a Uruguayana. En Buenos Aires el juez Oyarbide firmó un documento que garantiza la salud del militar uruguayo.

Roger Rodríguez |


El coronel (r) Manuel Cordero alegó ayer "sentirse mal" y logró que le llevaran al Hospital Santanense de Santana do Livramento, donde se encontraba anoche bajo custodia de la Policía Federal brasileña a la espera de la realización de un chequeo médico que habilite su extradición a la Argentina.

Dos médicos de la Policía Federal fueron designados desde Brasilia para que analicen la situación sanitaria de Cordero y se dé cumplimiento al Oficio 877 del Ministerio de Justicia por el que se decidió la detención, prisión y entrega a Interpol argentina del militar uruguayo en cumplimiento de la sentencia del Supremo Tribunal Federal (STF).

Cordero, cuya extradición fue aprobada por el STF el 6 de agosto de 2008, estaba preso en dependencias de la Policía Federal luego de ser detenido el martes 19 en el domicilio de su cuñado, donde desde diciembre de 2008 cumplía una prisión domiciliaria, otorgada con el argumento de que debía someterse a estudios cardíacos que no se hizo.

Por el contrario, el torturador uruguayo requerido por múltiples crímenes de lesa humanidad en el marco del Plan Cóndor, no asistió a un chequeo con un médico forense que la Justicia brasileña le había fijado el pasado 23 de noviembre y fue filmado bebiendo cervezas, fumando y hasta corriendo para huir de la prensa.

La última maniobra

Un médico contratado por Cordero, el Dr. Leonardo Nin, planteó el mismo martes que el militar uruguayo no estaba en condiciones de viajar, situación que había adelantado días antes su abogado, Jorge Favero, quien continuó ayer sus operaciones mediáticas y declaró: "No va ir, que los argentinos sigan esperando, que hagan un mate y se sienten".

Favero y Nin pretenden que Cordero sea trasladado a Porto Alegre para internarse en la Clínica del Corazón y someterse a un cateterismo, a pesar de que la distancia que separa a Livramento de la capital estadual es de 495 kilómetros, casi 150 kilómetros más que el recorrido que el torturador uruguayo debía hacer ayer para su entrega en Uruguayana.

El facultativo Nin exhibió anteriores análisis del torturador uruguayo, quien al ser sometido a un electrocardiograma confirmó la existencia de la arritmia que padece desde hace años y provocó malestar entre los médicos del hospital público brasileño que eran conscientes de la "jugada" que su colega realizaba.

La maniobra fue calificada como "vergonzosa" para Brasil por parte del activista en derechos humanos Jair Krischke, del Movimiento Justicia y Derechos Humanos (MJDH) de Porto Alegre, que fue quien encontró a Cordero tras su fuga de Uruguay en 2004 y promovió el pedido de extradición realizado por la Justicia argentina.


Oyarbide lo espera...

Mientras tanto, en Buenos Aires, el Dr. Jorge García Davini, secretario del juez federal Norberto Oyarbide, indicó a LA REPUBLICA que se encontraban expectantes de la entrega formal del uruguayo requerido, cuya extradición se había demorado algunas horas por problemas de salud.

García Davini informó que el juez Oyarbide envió en forma inmediata una nota a Brasilia en la que establecía su disposición a garantizar la salud del requerido, a quien ya habían previsto realizar una indagatoria en la mañana del jueves para informarle sobre las acusaciones que le implican y que pudiera nombrar su abogado defensor.

El vocero judicial explicó que Cordero podrá pedir una prórroga de 48 horas antes de someterse a la audiencia acusatoria si su defensa solicita estudiar el extenso expediente de la causa Cóndor que ha sido dividido en dos: una, en la que está el torturador uruguayo, sigue en indagatoria, y la otra, ya ha pasado al juicio oral y público.

Durante su proceso judicial en Argentina, confirmaron fuentes de Tribunales, Cordero sería recluido, junto a otros criminales de lesa humanidad, en la cárcel de Marco Paz, a 48 kilómetros de la Capital Federal, aunque también puede ser alojado en la Cárcel de Villa Devoto, en la prisión de Ezeiza o en una unidad especial de Campo de Mayo.






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