viernes, 8 de octubre de 2010

La toma de Pando


8 DE OCTUBRE: EL CHE, CULTELLI, ZABALZA Y SALERNO VIVEN EN QUIENES CONTINÚAN SU LUCHA. HABRÁ PATRIA PARA TODOS!


En sus manos / ha elaborado / como si fuera un duro / pan, la esperanza,
la terrestre / esperanza.
(Pablo Neruda).

Dicen los más viejos que esa noche ocurrieron cosas que nunca pasaban.
Cosas raras, cosas que solamente empiezan a pasar cuando el tiempo pega un estirón inesperado y en un santiamén se agolpan sucesos que anuncian la explosiva ruptura de los hábitos más simples y del sentido común cotidiano.
Esa noche, la fuerza de la costumbre cayó agotada a los pies de la increíble realidad. Los sucesos de la tarde primaveral pandense del 8 de Octubre de 1969, hicieron pomada los parámetros de la lógica formal, y los ojos ya no podían seguir viendo el mundo como si él estuviera afuera de nosotros mismos y al Uruguay como si fuera la apacible pradera del bienestar rioplatense que nunca fue.
En Pando -la ex ciudad industrial del Uruguay pachequista-, a dos años del fusilamiento del Ché, había estallado "la revolución"...
El pueblo pandense entero, casi, anduvo para arriba y para abajo hasta la medianoche, deambulando, buscando rastros más o menos visibles de lo ocurrido, indicios ciertos del pequeño drama vespertino y del gran drama en ciernes, armando inusuales conversas que en general terminaban en ácidas discusiones no hechas enemistad, aún, pero que la presagiaban.
Los hechos, las vivencias, habían sido tan fuertes, tan impactantes, tan crudos, que introdujeron la controversia política "de clases" en la tranquila relación vecinal tejida durante largas décadas y largos acostumbramientos en los que a lo sumo las rivalidades nacían del fanatismo por "la divisa" tradicional, que ya era una sola, fundida en la unidad de los ricos de la ciudad y el campo, hacía mucho rato, contra los pobres cada vez más sublevados, de "afuera" y de la capital.
--¡Ojo que alguno puede estar escondido todavía!!!...- advertía un miliquito infeliz que caminaba haciendo girar la cachiporra a lo Cantinflas.
Esa noche hubo una prolongación del miedo vespertino: además de los tres jóvenes tupamaros fusilados, había muerto un muchacho laburante oriundo de Pando mismo, en medio de una balacera que alguna vecina calificó de "cosa del destino" para alguien que solamente pasaba por ahí y se había demorado para tomarse unas copitas revitalizadoras.
A la hora de irse a dormir, la gurisada que había visto lo que nunca y que había oído comentarios "adultos" hasta ese día jamás escuchados, seguía preguntando quiénes eran los "copadores", qué querían, por qué habían ocupado la ciudad sin prestar atención a la "caminera" apostada en la escuela Rubino, qué quería decir "tupamaros" y qué "movimiento de liberación nacional"...
En Pando -la ex ciudad industrial del Uruguay pre-dictadura-, a dos años del fusilamiento del Ché, había estallado "la revolución"... Una revolución a la que apenitas tres o cuatro días después, a pesar de la paliza sufrida a 30 kilómetros de la capital y a dos años de la paliza en Bolivia, se sumarían centenares de muchachas y muchachos veinteañeros llegados principalmente de un movimiento estudiantil que estrenaba con entusiasmo firme y alegre la consigna inédita de "¡Obreros y estudiantes, unidos y adelante!!!".
Pasaron, sí, 40 años repletos de confrontaciones mucho más duras que la de Pando. Pasaron 40 años hasta llegar a este presente en el que contamos por centenares los caídos en el combate por la Revolución y el Socialismo, haciéndose realidad lo que la consigna anunciaba:
los caídos son obreros que alguna vez fueron estudiantes y los estudiantes son hijos de obreros a los que el Uruguay en ruinas ni siquiera permitía aspirar a ser obreros; a lo sumo, desocupados con algo -no mucho- de estudio...
Pasaron 40 años que a veces parecen siglos...
Hoy, es muy poca la gente -por lo menos la más veterana- que no sabe quiénes eran Jorge Salerno Schiaffino, Alfredo Cultelli Acevedo, Ricardo Zabalza Waksman y, también, Carlos Burgueño Rodríguez; los tres primeros, jóvenes compañeros del MLN asesinados a quemarropa estando ya capturados (se rindieron, sin municiones) a pocos kilómetros de la ciudad "copada"; el cuarto, el vecino pandense al que después de tanto tiempo, aún no se sabe qué bala lo mató ni cómo.
Nunca han sido sometidos a la justicia penal los principales responsables de los asesinatos (sólo un represor fue ejecutado en noviembre de 1969, sindicado como asesino seguro).
Es una obligación moral recordar en esta fecha, no solamente a los caídos en Pando, sino también a aquellos que -habiendo participado del malogrado operativo- fueron cayendo luego, en el devenir de estos tiempos que algún día, tras el triunfo, serán registrados como tiempos de revolución en los textos escolares y en la memoria colectiva de un pueblo que reconocerá en los sucesos de Pando de 1969, uno de los capítulos más heroicos de la gesta americanista y emancipadora heredada de los bravíos orientales a los que no los detuvo ni la corona española ni los estandartes terroristas del naciente poder imperial del capitalismo.
La nómina que sigue (de la que, lamentablemente, es probable falte algún nombre) es la de los "ocupantes" de Pando que fueron muriendo después de octubre del ´69 (los siete primeros andaban entre los 25 y los 35 años):

* Fernán (o Hernán) Pucurull Sáenz de la Peña,herido en Pando, murió en enfrentamiento el 31 de mayo de 1970.
* Jorge Candán Grajales, murió acribillado el 14 de abril de 1972.
* José María Pérez Lutz ("Goyo"), muerto en tiroteo, el 11 de agosto de 1972.
* Miguel Angel Coitinho, falleció en prisión, a mediados de los ´70.
* Yamandú Rodríguez Olariaga ("El Indio"), falleció en prisión a fines de los ´70.
* Horacio Ramos Bentancor, murió en prisión a principios de los ´80 (los milicos dicen que "se ahorcó", hay indicios de que fue por lo menos un "suicidio inducido", o, directamente, un homicidio).
Raúl Sendic Antonaccio ("El Bebe"), falleció el 28 de abril de 1989.
Alberto Cía del Campo ("El Beto"), falleció el 23 de octubre de 2002.
Arturo Dubra, falleció el 7 de junio de 2003.
Andrés Cultelli Chiribao, padre de Alfredo, falleció el 14 de agosto de 2003.
Juan Carlos Rodríguez Ledesma ("Seu Preto"), falleció el 24 de agosto de 2003.
Félix Bentín, desaparecido.


G. S. C.
Posta Porteña





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