miércoles, 19 de diciembre de 2012

Lacayos de cuarta


Tras las huellas de Panetta. Sí, Panetta, el mismo Panetta de los "acuerdos estratégicos y que ahora está organizando la tercera guerra mundial en Asia.
 

Parece una broma de mal gusto pero por desgracia no lo és. Inexplicablemente el Gobierno Mujica se entromete en la caldeada situación en Asia y en particular en la que se da entre las dos Coreas. Y se pronuncia sobre armamentos, bombas y misiles. En Corea!. Cuestión que no se ha visto al respecto de los permanentes bombardeos en todos los rincones del planeta llevados adelante por el "eje del mal" EE.UU.-OTAN-Unión Europea-Israel. Sin embargo, y aunque parezca desubicación de intruso, no es tal, es, ni más ni menos, que la puesta en práctica de los "acuerdos estratégicos" con el Pentágono. Es rendir pleitesía a la actividad criminal del imperio. Es formar parte de su corte de bufones de los que siempre busca rodearse para después encubrir sus crímenes de lesa humanidad y de guerra, a nombre -como bien lo define Galeano- de su nombre artístico "comunidad internacional".
El mismo día en que el Frente Amplio vota el continuar con la oprobiosa ocupación militar de un pueblo hermano, el de Haití, se considera el Gobierno obligado a fijar posición y definirse sobre la situación en Corea o entre las Coreas. Dejando de lado el plan agresivo del Pentágono en Asia y sus provocaciones contra China. Lo de Corea forma parte de tal plan macabro, que ese sí, amenaza la paz mundial y en la región. No ha sido Corea de Norte la que ha trasladado una enorme flota a la región para "velar" por sus intereses y por "la estabilidad". Ha sido el insaciable y asesino imperio yanqui el que lo viene llevando adelante. Participar de ese teatro agresivo y pre-bélico, sin ninguna justificación en función de los intereses de la "seguridad nacional" de Uruguay es una evidente actitud de lacayo ante el imperialismo EE.UU. y una mancha a las tradiciones democráticas de la izquierda. Se entró a formar parte del coro de satélites que le dan la "legalidad" de un "apoyo internacional" a la operación que el Pentágono bajo las órdenes del "premio Nobel de la guerra", Obama, viene montando en Asia.

Los negociantes sin escrúpulos alegarán que es necesario para "estar bien" con el comprador, Corea del Sur. Este argumento es una falacia ya que al mismo momento se "queda mal" con otro comprador, en este caso China, objetivo de la provocación y de los planes de agresión yanquis. Vergonzante!.

"Dicho acto no contribuye a la estabilidad y la paz en la península de Corea y en la región" alecciona el gobierno uruguayo sin considerar las “Indicaciones Estratégicas para la Defensa”, elaboradas por el gobierno norteamericano a principio de este año.El cambio de escenario principal para la región Asia-Pacifico se justifica por la necesidad de cerrar las fronteras de las dos potencias que le pueden ´hacer sombra´ a EE.UU – Rusia y China. Para ello se debe aumentar la presencia militar en la zona, lo que implicaría en primer orden la presencia Naval”, continua expresando el referido documento y añade la proyección de considerar “el traslado del peso fundamental de las misiones prioritarias a las Fuerzas de Operaciones Especiales (FOE) y en especial al cuerpo de la Infantería de Marina – SEALS o “ASDS” (Advanced SEAL Delivery System”.Y - por supuesto - no comentar de qué manera la actividad agresiva del imperio yanqui "contribuye a la estabilidad y la paz en la península de Corea y en la región". Actividad provocadora y belicista que el imperio está llevando adelante en estos mismos momentos: "Estados Unidos trasladará en los próximos años el 60 % de su marina de guerra a las cercanías de China..", "Según reveló Panetta a la zona enviarán 6 portaviones, un número indeterminado de submarinos nucleares adicionales, nuevos bombarderos estratégicos, medios antisubmarinos y de guerra electrónica y la mayoría de los navíos de superficies disponibles.". Estas disposiciones de guerra ni se mencionan por el gobierno uruguayo que -por lo tanto- las considera como algo que "contribuye a la estabilidad y la paz en la península de Corea y en la región".

Esta sumisión total a la estrategia de guerra imperial incluye naturalmente la ocupación de Haití, la intervención en el Congo, el reforzamiento de las FFAA uruguayas y el entrenamiento a cargo de los SEALs probados criminales de guerra. Y más tarde vendrá la base yanqui en Uruguay o - incluso - LAS bases. Sería absurdo preguntarse que opina la militancia del FA ya que su pasividad y el no oponerse es, de hecho, una autorización a la línea actual, sería también absurdo dudar de que toda la dirección del Frente Amplio apoya un seguidismo incondicional al guerrerismo yanqui, lo qué no sería absurdo preguntarse sería adónde van a terminar estos "juegos de guerra", hasta donde piensan llegar cuando se están dejando pasar hechos y "acuerdos estratégicos" que van convirtiendo a Uruguay en un estado satélite del imperio yanqui.
Habrá que empezar de nuevo, empezar por unir a las fuerzas y militantes antimperialistas y recogiendo la históricas tradiciones del pueblo uruguayo marcadas por el apoyo a la República contra el Franquismo, el antifascismo y antinazismo antes y durante la Segunda Guerra Mundial, la solidaridad con el pueblo guatemalteco en 1954, con la Revolución Cubana desde 1959 hasta hoy en día, en defensa de la República Dominicana invadida por las tropas yanquis en 1965, ir conformando un vasto movimiento por la base con la consigna que sacudió Europa antes de la invasión a Iraq: NO A LA GUERRA !. Ya que de eso se trata, del involucramiento de Uruguay en las guerras imperiales.
Jorge Zabalza por el Blog Zurdatupa

Alberto Cabrera por el Blog El Muerto

Alberto Vidal por el Blog Noticias Uruguayas


URRA: Recalienta Corea del Sur la península con su Guerra Psicológica, contraataca Corea del Norte


 De Contrainjerencia  David Urra

Recientemente el Gobierno norcoreano declaró que si no se detenía el envío de globos con octavillas que contienen mensajes subversivos desde la frontera de Corea del Sur, respondería con medidas militares contra la zona de envíos de tales mensajes. De esta forma con sus acciones Surcorea aumenta las tensiones en la península coreana y cumple con la misión de generar pretextos para que EE.UU refuerce su presencia en la zona, cercana a China y Rusia.
Se trata evidentemente de una respuesta a la Guerra Psicológico-Informativa que lleva Corea del Sur, con el apoyo de EE.UU contra Corea del Norte. Esta Guerra, aunque algunos no lo crean, lleva mas de 60 años y emplea para ello todos los métodos y recursos disponibles en el arsenal de este tipo de confrontación.


Es necesario recalcar que en estos momentos el aumento de las tensiones en la península coreana se inscribe en las acciones que los EE.UU necesitan para cumplir con su proyecto plasmado en las “Indicaciones Estratégicas para la Defensa”, elaboradas por el gobierno norteamericano a principio de este año.
Según lo planteado en dicho documento, los EE.UU proyectan realizar un “rebalanceo” necesario que permita inclinar el balance en función de una nueva orientación hacia la región Asia-Pacifico. “El cambio de escenario principal para la región Asia-Pacifico se justifica por la necesidad de cerrar las fronteras de las dos potencias que le pueden ´hacer sombra´ a EE.UU – Rusia y China. Para ello se debe aumentar la presencia militar en la zona, lo que implicaría en primer orden la presencia Naval”, continua expresando el referido documento y añade la proyección de considerar “el traslado del peso fundamental de las misiones prioritarias a las Fuerzas de Operaciones Especiales (FOE) y en especial al cuerpo de la Infantería de Marina – SEALS o “ASDS” (Advanced SEAL Delivery System”.
Dicho en pocas palabras: Guerra Psicológico-Informativa para preparar el terreno, el empleo de las FOE y los bombardeos masivos, para culminar la tarea de cambiar Gobiernos indeseables.
El caso coreano tiene importancia cardinal para EE.UU, por un lado por su posición estratégica – la península tiene fronteras con China y Rusia – y por otro porque es el país, que por encontrarse técnicamente en Guerra, permite manejar las tensiones a su antojo y conveniencia.
Así las cosas, cuando ocurrió el dudoso incidente del hundimiento del Buque surcoreano “Cheonan” en el mes de marzo del 2010, se produjo un cambio radical en la situación en la zona, caracterizado por el reforzamiento de la presencia militar de EE.UU en la estratégica región.
Hay un aspecto de coincidencia en las situaciones del 2010 y la de este momento en la península coreana. En ambos casos Corea del Norte esta pasando por una situación económica difícil por consecuencia de situaciones climatológicas que han afectado la producción de alimentos. Esto parecería una situación ideal para aplicar una política de fuerza que conllevaría al derrumbe de Corea del Norte y a la imposición de sus condiciones para la reunificación al estilo Alemán.
Por otro lado permitiría reposicionar la creciente influencia de Rusia y China, que se refleja fundamentalmente en su participación en el foro de la ASEAN.
Generar otro incidente entre las dos Coreas enfrentadas permitiría con el empleo de la maquinaria propagandística al servicio de occidente, demonizar a los norcoreanos y poner a China y a Rusia en la difícil  posición, negativa por demás, de decidir entre dos variantes desfavorables: una, apoyar a su aliado norcoreano y con ello ponerse en la posición de defender a un “régimen agresor” lo que dañaría sus relaciones en el mundo, pero muy especialmente con otros socios de la región Asia-Pacifico; dos, dejar a su suerte a Corea del Norte y así aparecer como un socio no fiable que no da la cara cuando se les necesita.
Cualquiera de las dos decisiones es negativa. Claro que hay una tercera, no intervenir y bajarle el perfil al conflicto, solo que esto no depende de ellos, sino del aparato propagandístico de guerra de EE.UU. En este caso Washington aprovecharía la situación para arreciar la influencia psicológica contra norcorea y más temprano que tarde se produciría el deseado incidente.
Es posible que muchos no conozcan lo que en realidad pasa en las relaciones entre las dos Coreas y como se desarrolla esta Guerra silenciosa (para los medios masivos) que emplea diferentes métodos.
En la frontera norte de surcorea el ejército de este país, con el apoyo de las fuerzas norteamericanas acantonadas allí, tienen instalado un sistema de altoparlantes que emiten transmisiones diarias hacia territorio norcoreano, dirigidas fundamentalmente a los miembros del ejercito norcoreano acantonados en esa zona conflictiva y a la población residente.
Estos altoparlantes tienen una potencia inusitada y llevan ahí años generando provocaciones de los tropas surcoreanas contra norcorea.
Las emisiones de altoparlantes es uno de los medios más efectivos dentro de la influencia psicológico-informativa sobre el enemigo, en el marco de las OP tácticas. Esta se realiza empleando estaciones de altoparlantes y otros medios de amplificación de la voz, incluyendo los móviles montados en Jeep, camiones, tanques, BTR, helicópteros y aviones. Las emisiones se realizan a través de toda la frontera.
La efectividad de este medio se puede representar por el amplio uso que hace el Ejercito de EE.UU de el en sus guerras de rapiña, como por ejemplo Vietnam, Afganistan, Iraq, Haiti, Granada y otras operaciones militares desarrollados por el ejercito norteamericano.
La emisión y distribución de octavillas por parte del ejército surcoreano es otros de los medios que se emplean en la Guerra Psicológica cuya efectividad ha sido demostrada en distintos conflictos bélicos.
Asi las cosas, durante la Guerra del golfo (1990-1991) EE.UU lanzo sobre territorio iraquí mas de 30 millones de octavillas de distintos tipos y tamaños, que produjeron un efecto importante en las tropas iraquíes.
En el caso sudcoreano este procedimiento lleva años sucediendo y  para ello se emplean diversos medios como: balones aéreos DG-100 (con capacidad para 1300 octavillas y con una autonomía de 2400 kms); globos aéreos (con una altura de vuelo de hasta 24 kms, una autonomía de hasta 9600 kms, con una carga útil de hasta 200 kgs y una altura máxima de lanzamiento de 9000 mts).
La parte norcoreana ha advertido sobre estas provocaciones en innumerables ocasiones a la parte surcoreana y de hecho se había logrado durante el Gobierno del Presidente Kim Dae-jung, cierto acercamiento, pero su derrota electoral y el posterior incidente del hundimiento del Cheonan sepultaron los avances obtenidos en las relaciones intercoreanas.
En estos momentos los EE.UU están apostando a generar otro incidente en Corea con el objetivo de justificar el reforzamiento de su presencia militar en la zona y de esta forma poder llevar a cabo su estrategia de debilitar la influencia china y rusa en la región.
Otros hechos indican lo mismo, como el aumento de la presencia militar naval de EE.UU en Australia y el incidente Chino-Nipon con las islas en disputa.
Solo que aquí EE.UU esta jugando con fuego. Ellos tratan de manejar la conocida fogosidad de los dirigentes norcoreanos, pero esto se le puede ir de la mano y provocar un incidente de proporciones catastróficas.
Pero así es el mundo de hoy, donde un grupo de dirigentes irresponsables con enormes poderes económicos, militares, financieros y comunicacionales, juegan a la ruleta rusa con la humanidad.
Ojo con la situación en Corea, que puede devenir en un desastre.
Mi recomendación a EE.UU: “Si tiene el rabo de paja, que no se arrime a la candela”



Con guerra fría contra China, EEUU intenta salvar su su hegemonía

Publicado el 7/02/12 • en Contrainjerencia


JOSÉ LUIS ROBAINA GARCÍA – Estados Unidos trasladará en los próximos años el 60 % de su marina de guerra a las cercanías de China como parte de una estrategia mayor encaminada a tratar de frenar su meteórico ascenso y paralelamente de reafirmar su hegemonía regional y global, en una suerte de nueva guerra fría.
Las líneas maestras del plan fueron develadas por el secretario de Defensa León Panetta en Singapur en la primera concreción de la decisión presidencial anunciada por Obama el pasado enero de reajustar las prioridades estratégicas de Estados Unidos para el futuro inmediato, que en adelante, según precisó, se centrarán en la región Asia Pacífico.
Según reveló Panetta a la zona enviarán 6 portaviones, un número indeterminado de submarinos nucleares adicionales, nuevos bombarderos estratégicos, medios antisubmarinos y de guerra electrónica y la mayoría de los navíos de superficies disponibles.
Como parte del plan seguirán reforzando los acuerdos de cooperación existentes con Japón, Corea del Sur, Filipinas, Singapur, Australia y otros Estados de la región, incluido los ejercicios conjuntos y el patrullaje del vasto territorio.
En este contexto hay que inscribir también los acuerdos de cooperación militar recién firmados por Estados Unidos y la OTAN por separados con Nueva Zelanda y la negociación de Washington con Filipinas para restablecer las bases militares norteamericanas que existieron en ese país hasta hace unos años.
Eslabón importante del reajuste es el envío desde abril del primer contingente de marines a la base Roberson, en Darwin al norte de Australia llamado a convertirse en fuerzas de intervención rápida para operar en Oceanía y el Índico.
Se sabe, además, que Estados Unidos y Australia negocian el establecimiento de una base naval conjunta en el atolón de Cocos, a 2 000 millas del continente austral, pero muy cerca del estrecho de Malaca, por donde transita el 80 % del petróleo que China importa del Medio Oriente y de África y los estrechos indonesios de Sunda y Lombok, las vías más rápidas de enlaces del Sudeste Asiático con el Índico.
Mientras, prosigue el programa presupuestado de más de 15 mil millones de dólares de construcción de nuevas facilidades para portaviones nucleares y bombarderos estratégicos en Guam, virtual colonia norteamericana y una de las puertas del sudeste asiático.
En esta demencial carrera por cercar a China hay que incluir los acuerdos firmados por Estados Unidos con Afganistán, país vecino del gigante asiático para mantener la presencia militar estadounidense allí por largo tiempo.
Todo esto por otra parte se añade al enorme dispositivo bélico que Estados Unidos mantiene dislocado en la región de Asia y los océanos Pacífico e Índico, compuesto por más de 300 000 efectivos ubicados en decenas de bases en Japón, Sudcorea, Australia, Guam, la séptima flota con sede en Hawai la mayor de todas y la Isla de Diego García en el Índico.
Todo este descomunal despliegue, con abundante armamento nuclear, está presidido por el pomposo lema develado por la secretaria de Estado Hillary Clinton cuando en artículo publicado en la Revista Foreign Police en noviembre pasado llamó a consolidar lo que llamó el “Siglo Americano del Pacífico”, especie de otra doctrina Monroe para la zona.
Otros pilares mediáticos de estos intentos hegemónicos son las constantes referencias a la supuesta peligrosidad de China y la declaración oficial del Mar del Sur de China, a decenas de miles de kilómetros de Estados Unidos como área de interés estratégico vital para Washington.
La irracionalidad desde todos los puntos de vista de tratar de contener, frenar y cercar a un país de las dimensiones y poderío de China es fácil de apreciar y solo de magnitud comparable a los intentos norteamericanos de frenar la tendencia a la multipolaridad que abarca a otros muchos Estados actores y que se afianza en el planeta.
El reajuste por demás no significa desde luego que Estados Unidos abandone sus pretensiones intervencionistas en otras zonas del planeta como evidencian sus constantes amenazas de agresión a Irán y Siria, la instalación de sistema de misiles en las proximidades de Rusia, la creación de una decena de bases aéreas en África y la activación de la tercera flota para América Latina y el Caribe entre otras acciones.
Además de los objetivos políticos obvios en estas jugadas hay que considerar los suculentos atractivos que estos planes armamentistas representan para el complejo militar industrial de Estados Unidos, uno de los fundamentos del sistema norteamericano.
Como se evidencia con la rebelión independentista imperante en América Latina el mundo está harto del sojuzgamiento estadounidense, empeñado en portarse como si fuese el imperio romano contemporáneo cuando en realidad aunque sigue siendo la única superpotencia del mundo especialmente en términos militares y tecnológicos es una economía y poder declinante en perspectiva estratégica.
El sheriff planetario sencillamente procura lo imposible y muy al contario cosecha tempestades y odio por doquier, como prueban ampliamente los resultados de sus atrocidades en Iraq y Afganistán.
Nadie olvida en el mundo y menos en Asia y nuestro continente lo que hizo el supuesto campeón de la democracia y los derechos humanos en Hiroshima y Nagasaki, Corea y Vietnam y su respaldo a todas las dictaduras sanguinarias que enlutaron a América Latina por más de un siglo.
En resumen se están embarcando en una batalla perdida de antemano, porque el mundo no le cabe en los bolsillos a nadie.




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