jueves, 24 de enero de 2013

Honduras: La guerra entre la Corte Constitucional y el Congreso Nacional ¿es un Golpe de Estado Técnico?

La guerra entre los dos poderes del estado no es la guerra del pueblo. En la foto, campesinos del Valle de Aguán que han enterrado casi 80 compañeros y que son víctimas permanentes de un terrorismo latifundista y de terratenientes. 

Por Dick Emanuelsson y Mirian Emanuelsson reportero en Latinoamérica y el Caribe y ha cubierto el continente desde el 1980. Cubre los temas de los conflictos sociales y políticos de los pueblos.


Entrevistas a Jimmy Dacarett (UCD) y Evelio Reyes: .



“Todos somos golpistas”, confiesa Evelio Reyes, pastor de la Iglesia Evangélica
Vida Abundante que hizo presencia en el acto de UCD, bien escoltado.


TEGUCIGALPA 19 DE DICIEMBRE 2012 / Se ha desatado una guerra entre dos poderes del estado hondureño, el Poder Legislativo (Congreso Nacional) y el Poder Judicial. La razón es el despido de cuatro magistrados de la Corte Constitucional el 12 de diciembre por parte del Congreso. Sectores de la ultraderecha hondureña hablan de un Golpe de Estado Técnico.
¿Quiénes son estos dos poderes?
EL CONGRESO NACIONAL es un producto de las elecciones del 29 de noviembre del 2009, organizado por el TSE, Tribunal Supremo Electoral. TSE es caracterizado por la Resistencia hondureña y el Partido Libre (Libertad y Refundación) como un organismo servil al Poder Fáctico, es decir el grupúsculo de 5-6 clanes poderosísimos que han manejado la república hondureña durante los últimos 50 años. El Congreso Nacional fue el que destituyó al derrocado presidente Manuel Zelaya, el 28 de junio de 2009, basándose en una “firma” falsificada en donde el ex presidente habría solicitado ser dado de baja de la presidencia. En la tarde de ese día fatal, los congresistas lloraron de emoción y cantaron el himno nacional amarrándose las manos como muestra de unidad ante el derrocamiento del presidente liberal. El congreso elegido, en elecciones organizadas por el TSE y ejecutadas por el Ejército Nacional el 29 de noviembre 2009, es un congreso donde el 71 por ciento de los diputados son simpatizantes del Golpe de Estado.
EL PODER JUDICIAL, sobre todo la Corte Suprema de Justicia y la Fiscalía, fue el órgano que avaló jurídicamente el golpe de estado. Incluso ordenó la detención del presidente Zelaya pero en forma retroactivo (Sic!) para que la “sucesión” se viera formalmente correcta. La Comisión de Verdad, liderada por el ex vicepresidente guatemalteco Eduardo Stein, calificó el Poder Judicial como un actor vivo en el golpe de estado. Más que Poder Judicial, el organismo está acusado por la oposición política y antigolpista, como un Poder al Servicio a la Oligarquía industrial y terrateniente. Un ejemplo ilustrativo es la revocación del Decreto 18-2008 que daba títulos de tierra a cien mil campesinos hondureños.
Campesinos que habían trabajado sus tierras durante décadas, en muchos casos hasta 40 años, sin tener el derecho formalmente que los caracterice como propietarios. La revocación de ese decreto, por parte de la Corte Suprema de Justicia, fue en beneficio de unos pocos terratenientes ya poderosísimos e industrias azucareras.


Entonces ¿por qué esa guerra entre los dos poderes del Estado?

Es obvio que existen dos corrientes en el Poder Fáctico. Uno que quiere que todo quede igual y que es capaz de ejecutar golpes militares para preservar su poderío. Mientras la otra corriente entiende, que para que Honduras avance y se modernice, sea por una explotación salvaje de la mano de obra y saqueo de sus recursos naturales como ríos y bosques, invitando el gran capital transnacional a la tierra de Morazán, el Poder Judicial y sobre todo su Corte Constitucional, tienen que ser sacados del camino para que puedan cumplir esa meta.
LA CORTE CONSTITUCIONAL tomó una decisión importante hace unos meses cuando revocó la decisión del Congreso Nacional de invitar el capital transnacional a Honduras y allí entregar parte del territorio nacional. Fue demasiado flagrante y chocó con sectores de la Resistencia e incluso sectores de la burguesía nacional que entendían que entregar territorio nacional a poderes extranjeros que tendrían una soberanía judicial adentro del estado hondureño por 99 años, pues era demasiado. La Corte revocó la decisión y provocó la ira del Congreso Nacional y sectores politiqueros oligarcas que eran aliados de las transnacionales.

Las elecciones Primarias que NO son INTERNAS

Otro factor importante de la guerra interoligárquica, son las elecciones primarias del 18 de noviembre. Las dos corrientes internas del gobernante Partido Nacional, una liderada por el alcalde de Tegucigalpa, Ricardo Álvarez y la otra, liderada por el presidente del Congreso Nacional, Juan Orlando Hernández, representan esas dos corrientes de la oligarquía hondureña, la “rancia” y la “moderna”.
El resultado de las elecciones primarias fue un balde de agua fría para Ricardo Álvarez, que según las encuestas, lideraba la simpatía adentro del Partido Nacional. Pero fue el presidente del Congreso el que sacó el “Gordo” en unas elecciones que han sido calificadas como las más fraudulentas en la historia moderna del país.
Se compraba mesas receptoras de votos, según reportes entregados al director de Radio Globo, David Romero, hasta por 30.000 lempiras, unos 1500 dólares. Las campañas publicitarias alcanzaban sumas millonarias y las acusaciones que el narcotráfico metía plata en todas las campañas de los tres partidos participantes, florecían porque en Honduras no es obligación demostrar de donde vienen los fondos de las campañas electorales.
Hay que visualizar el despido de los cuatro magistrados, con estos elementos, para poder entender la guerra interna. Los cuatro eran obstáculos en la elaboración del plan operativo del Congreso Nacional y principalmente de Juan Orlando Hernández.

Una mesa receptora de votos del Partido Libre que es controlada y vigilada por
los diferentes representantes de las cuatro corrientes internas del partido.


El pretexto de la depuración de la Policía Nacional

Éste aprovechó el tema de la depuración de la Policía Nacional, acusada de ser la más corrupta y asesina de America Latina. La rectora de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), Julieta Castellanos, cuyo hijo y su amigo fueron asesinados por un grupo de policías, acusaba hace un mes a la policía por estar implicada en el asesinato de 149 hondureños.
Entonces, el Congreso Nacional tomó la decisión de poner a prueba con el aparato Detector de Mentira a cada uno de los policías. El resultado ha sido fatal porque hasta comisionados han caído en la prueba y han sido despedidos por una prueba a la que le falta todo tipo de confianza científica –además de estar prohibido su uso en muchas partes del mundo-. Por eso la Corte Constitucional revocó la decisión del Congreso que a su vez fue aprovechado por este organismo para despedir cuatro de los cinco magistrados.
Contra esa decisión fueron convocadas las “Camisetas Blancas”, UCD (Unión Cívica Democrática), una fachada de la Logia del Poder Fáctico de Honduras, representante y vocero de la llamada “Sociedad Civil” pero de la oligarquía.
Tiene excelentes relaciones con los cubanos-americanos en Miami y los golpistas venezolanos en el sur de Florida que frecuentan por aquí, sobre todo después el golpe de estado hondureño.
Fue UCD que durante más de medio año preparó, junto con los medios golpistas, cuyos dueños se encuentran liderando esa Logia que está por encima de toda la institucionalidad, el golpe de estado el 28 de junio de 2009. Ahí estaban todos los hoy protagonistas en la guerra interna de la oligarquía, unidos y levantando los brazos del general Romeo Vásquez en el Parque Central con el entonces presidente del congreso nacional y después el 28 de junio de 2009, pasó a ser presidente de facto, Roberto Micheletti.
Pero las Camisetas no tienen mucha convocatoria hoy, y la protesta de la UCD en los Bajos del Congreso no traía más que unos 60-70 hondureños. Hablamos en todo caso con Jimmy Dacarett, vocero de la UCD y empresario panadero como también el pastor evangélico, Evelio Reyes, éste último aseguraba que después del 12 de diciembre, ¡“somos todos golpistas”!
El empresario y vocero de la UCD, Jimmy Dacarett, es entrevistado por los periodistas.

El dilema y el panorama de la Resistencia y el Partido Libre

¿Cuál ha sido la reacción del Partido Libre y la Resistencia?
Tengamos en cuenta que ha sido dividida. Pocos quieren meterse y defender personajes e instituciones que han sido los primeros en atacar al pueblo hondureño cuando han estado en las calles protestando en contra del golpe de estado y sus secuelas.
El gobierno del presidente Porfirio Lobo, que es aliado a Juan Orlando Hernández, ha sido un gobierno quizás más represivo que la misma dictadura cívica-militar entre el 28 de junio de 2009 y el 27 de enero de 2010. Más de 80 campesinos en el Valle de Aguán han sido asesinados durante el mandato de Lobo y no hay ninguno detenido y menos procesado por la sistemática guerra contra el campesinado organizado en la organización MUCA.
La política ha sido de terror y hambre, acusa la resistencia y sobre todo el magisterio que es la columna vertebral de la Resistencia. Los sindicatos de clase y afiliados a la central obrera clasista han sido consecuentemente combatidos por el régimen de Lobo con la estrategia de desarticularlos. Por eso los sectores populares no se identifican ni apoyan a ningún sector de la guerra interoligárquica.
Al partido Libre, la situación tampoco le fue fácil, por el manejo de la cúpula del partido, prácticamente autoelegida a dedos. Participó en unas elecciones primarias organizadas por el TSE que el coordinador general de Libre, Manuel Zelaya, apoyaba y aseguraba que el organismo electoral hacía muy bien su trabajo desde el inicio de la campaña. Pero al final Libre impugnó hace unos días las mismas elecciones por ser totalmente fraudulentas.


La única corriente que hizo un lanzamiento oficial y público para sus miembros, fue la
FRP, Fuerza de Refundación Popular, que aglutina la mayoría de los movimientos sociales
de la Resistencia hondureña. En la foto Xiomara Castro de Zelaya es recibida por los 2000
delegados en febrero de 2012.


El vecino, no el militante, elige el sub coordinador del Libre

La candidata presidencial, Xiomara Castro de Zelaya logró 576.000 votos en unas elecciones más insólitas. No era el ente electoral, es decir el TSE, que administraba las mesas receptoras del voto el día 18 de noviembre, sino los mismos representantes de los tres partidos participantes, pero cada uno en su lado. Es decir, en Libre había cuatro corrientes, cada una proponía candidatos para alcalde, diputados, Parlamento Centroamericano y hasta elegir el sub coordinador del Partido Libre. No estaba en cuestión el cargo de coordinador y nadie ha explicado por qué no.
Creemos que Libre comenzó al revés. Porque ahora van a discutir, como decía el martes 18 de diciembre Rasel Tomé, liberal y ex gerente durante el gobierno de Zelaya de la empresa pública Conatel:
“Ahora vamos a discutir la ideología, los estatutos y crear las organizaciones de base del Partido Libre porque ahora desaparecen los movimientos internos de Libre”.
¿Qué quiere decir esto?
Que Libre, a cambio de FMLN y FSLN (que en asambleas y congresos internos eligen sus autoridades o postulan sus candidatos en elecciones sin la intromisión de nadie más que los militantes que tienen derechos y deberes), actuó el 18 de noviembre bajo las premisas de un organismo que históricamente ha sido acusado por el movimiento popular, de ser un instrumento fraudulento al servicio a las clases dominantes.
Mientras los movimientos y partidos populares toman las decisiones políticas y las postulaciones en forma interna, en asambleas, conferencias o congresos, Manuel Zelaya y la dirigencia de Libre preferían que esas tareas fueran administradas por el TSE y por ende, el Ejército Nacional, que fue el cuerpo estatal que quedó responsable por la distribución de las urnas y el material necesario, más el orden del día de las elecciones.
El 26 de febrero de 2011, en el Congreso del FSLN, fue postulado Daniel Ortega como
candidato oficial en la eleccion presidencial el 5 de noviembre de 2011. En la foto, una  imagen
del acto de masa la misma noche que celebró la decisión INTERNA del PARTIDO Sandinista.

Primero elecciones y después el programa político

Es más, ¿cómo es posible que primero después de las elecciones primarias se vaya a decidir sobre la “ideología” y entender y aplicar los estatutos cuando ya el partido tiene una estructura impuesta por la cúpula del partido?
¿No es que los Estatutos regulan la vida interna y externa de un partido? Pero hasta ahora todo se ha decido en forma arbitraria durante una etapa de “emergencia de estatutos” o Estado de Sitio para los Estatutos.
La respuesta es que la dirección de Libre actuaba exactamente bajo las mismas reglas de juego como el bipartidismo nacionalista-liberal, es decir, en una cancha donde no tiene ninguna posibilidad de tener resultados honestos.

Las oportunidades del albañil y el empresario

Pero eso no es lo peor.
La democracia interna en un Partido del Pueblo o de Nuevo Tipo requiere unos estatutos y aplicación que evita corrupción política, pero sobre todo ofrecen a los militantes pobres LAS MISMAS OPORTUNIDADES de que gozan los miembros del partido que vienen de LAS CLASES SOCIALES ADINERADAS. Rasel Tomé mencionó en el programa radial de Libre, que él en su campaña política-electoral había recurrido Honduras “15 veces”. Para eso se necesita dinero, para hablar en texto claro.
¿Qué recursos económicos puede poner un albañil, militante de Libre, que gana entre 10-15 dólares diariamente (si es que tiene trabajo), en su campaña electoral para ser, como Rasel Tomé, candidato al congreso nacional como diputado?
La Campaña “política” no era del Partido Libre sino campañas electorales INDIVIDUALES que en esencia política no se diferenciaba ni un milímetro entre los postulados del Libre. Para el vecino que quería dar un voto al Libre, todo era confuso porque no sabía y no entendía la diferencia, por ejemplo, entre los 23 candidatos que querían postularse al Congreso Nacional, representando el departamento de Francisco Morazán.
Es decir, los candidatos adinerados que colocaban plata en publicidad, propaganda, en carros, en comida, que contrataban a pobres en los barrios para que trabajaran con XX Candidato, por supuesto tenían una preferencia ante el albañil que quiere pelear para que sus camaradas de clase tenga una alternativa política en las elecciones de noviembre de 2013, pero que sea una alternativa antioligarca.

23 candidatos a la diputación del depatamento de Francisco Morazán multiplicados por
cuatro corrientes hace 92 candidatos, cada uno con su propia campaña electoral que no se
distinguia nada a los 91 otros candidatos del Partido Libre.

¿Quiénes quedaron como candidatos oficiales?

El resultado de las elecciones primarias, que fueron realizadas bajo exactamente los mismos principios como en EE.UU., es decir, el que tenga más plata y recursos, gana, confirmó esto. Él que tuvo más votos en el departamento de Francisco Morazán (la egión de Tegucigalpa) fue Edras Amado López, dueño del Canal 36 y Cholusat Sur.
En el tercer lugar llegó Alejandro Villatoro, dueño de Radio y TV-Globo. Varios directores y periodistas de programas radiales también fueron elegidos ya que, a través de su posición en los medios de comunicación, podía hacer su campaña electoral a un público grande. Aparte de esto, varios abogados, ex ministros del gobierno de Zelaya se encuentran entre los elegidos en las primarias, que no fueron elegidos por la militancia del Libre sino por los hondureños cualesquiera que fueran, a las urnas el 18 de noviembre.
La Resistencia hondureña, que a través de su lucha contra el golpe de estado militar creó su brazo político, está en una situación complicada. Porque el cargo como coordinador lo tiene también el mismo Zelaya que fue elegido pero en su ausencia, en una asamblea en él departamento de Colón unos meses después el golpe de estado.

¿Por qué se van a disolver las corrientes internas y quien lo ha decidido?

Dice Rasel Tomé, que los movimientos internos, que fueron un invento de Zelaya, ahora carecen de razón de existir, que todo se va a concentrarse ahora en la estructura de Libre que ellos controlan. Por lo cual que la corriente FRP (Fuerza de Refundación Popular) de la Resistencia y los movimientos populares, deberían disolverse. Si será así, pues será decisión de los militantes de FRP, la Resistencia y los movimientos que han constituido al FRP, esa corriente que no tenía los recursos económicos como las otras corrientes liberales que ahora si han unificado. Lo que muestra que las corrientes solo tenían la meta de servir en las primarias para que después, como sucedió en el departamento de Paraíso, se unieran las tres corrientes de liberales en el frente anti-FRP. Eso no es una buena indicación para el futuro del partido.
La conclusión de esto es que un Partido del Pueblo y de Nuevo Tipo, no se construyen desde arriba. Se paga las consecuencias más delante. Hay mucha frustración en las bases y como ha sido el proceso interno de Libre y el desplazamiento de la Resistencia a costo a las campañas electorales en un país en donde los factores para una sublevación popular sobran.
El hambre mata 15 niños por día en la nación centroamericana. El terror y la inseguridad cobran 15-20 hondureños por día, la explotación del empresariado al trabajador es total y sin posibilidad de defenderse por que el Ministerio de Trabajo obedece las ordenes de ese grupo de 5-6 clanes de la oligarquía. Los campesinos que pronuncian la palabra “reforma agraria” son asesinados.

El FRP en su lanzamiento de la candidata a la alcaldía en Tegucigalpa,
María Luísa Borjas. Habla el  coordinador del FRP, Juan Barahona.

¿Refundación del Partido Liberal?

En vez de salir con un solo programa político elaborado en las asambleas del Partido Libre, los miles de candidatos de diferentes niveles de Libre hicieron una campaña y esfuerzo físico y económico individual en la misma cancha como los dos partidos de la oligarquía.
Muchas voces críticas hablan, que en esta primera etapa en la construcción del brazo político de la Resistencia hondureña, se ha colocado los primeros bloques de la Refundación del Partido Liberal, pero en un abrigo más moderno. Si es así, el pueblo hondureño no perdonará el vicio político de los responsables.





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