domingo, 1 de septiembre de 2013

Premio Conciencia Abya yala 2013 para el pueblo haitiano y sus luchas

Miembros de la Junta Americana por los Pueblos Libres (Japl), centro de estudios con sede en Paraná, informaron ayer que en su última asamblea resolvieron por unanimidad entregar el Premio Conciencia Abya yala 2013 al pueblo haitiano y sus luchas por la independencia definitiva y contra cualquier tipo de invasión, se informó a AIM.


Explicaron que el reconocimiento es un llamado de atención sobre la situación que vive el país caribeño, violentado por fuerzas militares extranjeras (incluso argentinas), aunque con una fachada de solidaridad, y que el premio será entregado al profesor haitiano Henry Boisrolin, residente en Córdoba, Argentina, a quien consideran un embajador natural de la cultura y las luchas de Haití.
“Este centro de estudios entiende que los pueblos de Abya yala (América) estamos en deuda con los hermanos haitianos que lanzaron el grito independentista y antiesclavista más resonante del planeta hace más de dos siglos, y que sufrieron y sufren por eso el atropello de europeos y norteamericanos sin solución de continuidad. Mayor es la deuda hoy con Haití porque algunos Estados (como el argentino) que responden a las clases dominantes, al sur del Río Bravo, están sosteniendo una fuerza militar conjunta de ocupación neocolonialista que entorpece el incuestionable derecho a la autodeterminación y la libertad que los haitianos ganaron con alto precio en vidas. Así, esas oligarquías pagan las gauchadas de la gran nación caribeña con una ofensa”, se lee en el extenso documento que detalla las razones del homenaje a Haití en la persona de Boisrolin.
“Es obvio que ninguno de nuestros países aceptaría una intervención como la que ejecuta la Minustah (Misión internacional de Naciones Unidas para la estabilización de Haití). Por eso es que repudiamos la actitud de gobernantes convertidos en alcahuetes del imperio”, firmaron los manifestantes.
“¡Fuera militares, multinacionales y gobiernos ajenos a Haití! ¡Sí amor, colaboración, dignidad, respeto y agradecimiento! ¡No tropas!”, se lee en el reconocimiento.
La Japl es un centro de estudios sin fines de lucro, con sede en Paraná, Entre Ríos, Argentina, integrado por estudiantes, trabajadores en general, docentes, investigadores, artistas, periodistas, escritores, luchadores sociales y cooperativistas del Litoral argentino y oriental.
El Premio anual Conciencia Abya yala rescata y pone en relieve a las agrupaciones y las personas que manifiestan los valores genuinos de las culturas de este continente, con raíces milenarias, sea a través del arte, el conocimiento, la defensa de la naturaleza y la cultura, sus luchas o sus sueños.
En años anteriores se reconoció a los jóvenes de la agrupación El Agua Manda, de Gualeguaychú, que remaron miles de kilómetros por la cuenca del Paraná, Paraguay, Uruguay para conocer y difundir el estado de la naturaleza y las culturas costeras; y también se homenajeó a los pescadores artesanales y demás obreros de la costa en la persona de Dominga Ayala, nacida en Colón y residente en Paraná.
El premio a los haitianos será entregado en octubre próximo, en la capital entrerriana, con la presencia de Boisrolin, coordinador del Comité Democrático Haitiano en la Argentina.
A continuación, el documento completo firmado por miembros de la Junta Americana por los Pueblos Libres.
La Junta Americana por los Pueblos Libres (Japl) ha resuelto por unanimidad entregar el Premio Conciencia Abya yala 2013 al pueblo haitiano y sus luchas por la independencia definitiva y contra cualquier tipo de invasión, y hacerlo en la persona del profesor Henry Boisrolin, con cuna en Haití y residente en Córdoba, Argentina.
Este centro de estudios entiende que los pueblos de Abya yala (América) estamos en deuda con los hermanos haitianos que lanzaron el grito independentista y antiesclavista más resonante del planeta hace más de dos siglos, y que sufrieron y sufren por eso el atropello de europeos y norteamericanos sin solución de continuidad.
Mayor es la deuda hoy con Haití porque algunos Estados (como el argentino) que responden a las clases dominantes, al sur del Río Bravo, están sosteniendo una fuerza militar conjunta de ocupación neocolonialista que entorpece el incuestionable derecho a la auto determinación y la libertad que los haitianos ganaron con alto precio en vidas. Así, esas oligarquías pagan las gauchadas de la gran nación caribeña con una ofensa.
Es obvio que ninguno de nuestros países aceptaría una intervención como la que ejecuta la Minustah (Misión internacional de Naciones Unidas para la estabilización de Haití), bajo fachada solidaria. Por eso es que repudiamos la actitud de gobernantes convertidos en alcahuetes del imperio, contra la soberanía y la dignidad de Haití.
Saludamos con este homenaje a la cultura del pueblo hermano, a su valor cívico, a su historia maravillosa que también es nuestra; a la dignidad de una nación de la que tenemos mucho que aprender. Y saludamos a los haitianos que no se resignan a la nueva invasión y luchan, cada cual a su modo, por preservar sus identidades, sus maneras, su soberanía, de la violación sistemática a la que son expuestos.
El pueblo haitiano necesita hoy colaboración para reconstituir lo que rompieron el imperialismo francés y estadounidense y sus socios (de afuera y de adentro), además del terremoto de 1810, pero esa ayuda de ninguna manera debe traducirse en ejércitos de ocupación. Pésima lectura propia de los estados que atropellan, no de los pueblos hermanos. Y atropellan, por ejemplo, creando sin escrúpulos el perfil de un “estado fallido” o “inviable” para justificar la farsa de sus invasiones, como lo han hecho y lo hacen a diario en tantos países donde ponen la mira.
Es hora ya de terminar con la opresión y con la soberbia de Estados xenófobos que buscan desacreditar a todo un pueblo como el haitiano que puede dar pruebas de talento, lucha y organización, y cuyas mentes brillantes permitieron rescatar de la derrota las revoluciones de Nuestra América. Es hora de desenmascarar la historieta que cuentan los poderosos para hundir a Haití, poderosos serviles a los Estados Unidos que, si prestan una ayuda, es para tener sujeto al pueblo.
Este Premio Conciencia Abya yala 2013 dice sí al trabajo digno de los haitianos, sí a su derecho a la libertad, sí a la necesaria cooperación de los pueblos hermanos en la memoria de Toussaint Louverture, Dessalines, Pétion y tantos luchadores contra la esclavitud que son nuestros jefes revolucionarios de siempre.
Dice sí a la necesaria actitud servicial de los vecinos para que Haití recupere su soberanía alimentaria y proteja la salud de las familias; para la reparación de la biodiversidad y el intercambio económico; y repudia a la vez esta arbitrariedad llamada “estabilización” que busca asegurar los privilegios en un estado de cosas perverso.
Esta Junta Americana por los Pueblos Libres organizó en su momento una colaboración con el pueblo que sufría las trágicas consecuencias del terremoto (allí se pudo comprobar la solidaridad y comprensión de nuestros pueblos); y ha emitido un par de documentos junto a otras organizaciones del cono sur para reclamar el retiro de las tropas de la Minustah (en especial, por supuesto, de las tropas argentinas), y pedir su reemplazo por verdaderas colaboraciones.
Este homenaje ratifica y redobla nuestro reclamo contra una ocupación que nos avergüenza y de la que no debemos ser cómplices.
Los gobiernos sudamericanos, y en particular el argentino, deben informar acabadamente el resultado de este despropósito, porque fuentes de confianza de Haití aseguran que el actual sistema se estableció para perfeccionar el colonialismo, para garantizar los privilegios de una minoría rica, y abrir el país a los intereses extranjeros, neocoloniales, de manera que hasta la ayuda llamada “humanitaria” se pone al servicio de obras que no son prioritarias para los trabajadores, estudiantes, campesinos, pero sí para los Estados Unidos.
Hoy solicitamos al profesor Henry Boisrolin que reciba este reconocimiento colectivo y lo hacemos en la convicción de que estamos ante un hijo de Haití que nos conmueve con su patriotismo, un hijo que dedica sus horas al esclarecimiento del pasado, el presente y el futuro de su amada nación. Y porque confiamos en su mirada integral, y en sus convicciones de patria grande.
Anne-Marie Joseph Guy Henry Boisrolin, con cuna en Port-au-Prince pero radicado en Córdoba desde la dictadura de la familia Duvalier, es Coordinador del Comité Democrático Haitiano en la Argentina y se desempeña en lo académico como Profesor de Metodología de Investigación Científica y de Presencia Africana en el Instituto de Culturas Aborígenes de Córdoba.
Hemos seguido su prédica, su valor cívico en la denuncia serena y firme, tanto del dolor que debe soportar el pueblo como del ánimo de ese pueblo para salir adelante con felicidad. Henry nos ha contagiado su amor a Haití, recalcamos esto, en el trabajo por la independencia definitiva y en la divulgación de su honda cultura.
Con Henry Boisrolin nos hemos bañado en la historia de un pueblo, con él hemos remozado los vigorosos lazos de hermandad en Nuestra América, y el antiimperialismo.
Lo acompañamos junto a amigos orientales en Montevideo, en la presentación de una carta a las autoridades del Mercosur que aún aguarda respuestas, y entendemos que su vida y su trabajo en la Argentina y la región nos comprometen.
Por Haití, por su historia que es la nuestra y que reúne y recrea las tradiciones milenarias de Abya yala y África; por su futuro que es el futuro de los pueblos en unidad y libertad, invitamos a Boisrolín a una Conferencia en Paraná en octubre, para entregarle en ese acto este reconocimiento que consistirá en una obra de arte de la región.
Octubre, un mes clave para comprender el germen de una invasión que, tras cinco siglos, persiste hoy por otros caminos, a veces más sutiles y siempre colonialistas (“civilización, pacificación y evangelización”, llamaron también al genocidio, y todo parece repetirse). Pese a todo, esta fecha encuentra a los pueblos unidos y con la frente en alto para la resistencia y la emancipación.
El Premio anual Conciencia Abya yala rescata y pone en relieve a las agrupaciones y las personas que manifiestan los valores genuinos de las culturas de este continente, con raíces milenarias, sea a través del arte, el conocimiento, la defensa de la naturaleza y la cultura, sus luchas o sus sueños.
En años anteriores rendimos homenaje a los jóvenes de El Agua Manda que remaron miles de kilómetros por la cuenca del Paraná, Paraguay, Uruguay para conocer y difundir el estado de la naturaleza y las culturas costeras jaqueadas por un sistema colonial extractivista; y premiamos también a los pescadores artesanales y demás obreros de la costa por sus convicciones y su ejemplo de vida en armonía con la naturaleza, en la persona de Dominga Ayala. Hoy nos inclinamos ante Haití con este reconocimiento expresado en uno de sus hijos que nos trae, desde el dolor, el aire fresco de la dignidad.
¡Salud, hermanos haitianos! Esta lucha de hoy llama a honrar a Abya yala. Toda nuestra solidaridad , nuestro respeto y nuestro compromiso con sus mujeres y sus hombres, sus trabajadores, sus poetas, pintores, músicos; con sus tambores, con sus luchas.

Niños de uruguayos abandonados en Haití
Muchos niños en Port Salut tienen la tez mas clara
Nerlande Nazaire says she has a child with a U.N. peacekeeper,
Rose Mina Joseph says she is nine months pregnant, and the father is a Uruguayan soldier from the local U.N. peacekeeping battalion named Julio

La JAPL es un centro de estudios sin fines de lucro, con sede en Paraná, Entre Ríos, Argentina, integrado por estudiantes, trabajadores en general, docentes, investigadores, artistas, periodistas, escritores, luchadores sociales y cooperativistas del Litoral argentino y oriental. www.juntaamericana.com.ar

Henri Boisrolin

29-08-13 |
La Junta Americana por los Pueblos Libres –JAPL- ha resuelto por unanimidad entregar el Premio Conciencia Abya yala 2013 al pueblo haitiano y sus luchas por la independencia definitiva y contra cualquier tipo de invasión, y hacerlo en la persona del profesor Henry Boisrolin, con cuna en Haití y residente en Córdoba, Argentina.
Este centro de estudios entiende que los pueblos de Abya Yala (América) estamos en deuda con los hermanos haitianos que lanzaron el grito independentista y antiesclavista más resonante del planeta hace más de dos siglos, y que sufrieron y sufren por eso el atropello de europeos y norteamericanos sin solución de continuidad.
Mayor es la deuda hoy con Haití porque algunos Estados (como el argentino) que responden a las clases dominantes, al sur del Río Bravo, están sosteniendo una fuerza militar conjunta de ocupación neocolonialista que entorpece el incuestionable derecho a la auto determinación y la libertad que los haitianos ganaron con alto precio en vidas. Así, esas oligarquías pagan las gauchadas de la gran nación caribeña con una ofensa.
Es obvio que ninguno de nuestros países aceptaría una intervención como la que ejecuta la MINUSTAH (Misión internacional de Naciones Unidas para la estabilización de Haití), bajo fachada solidaria. Por eso es que repudiamos la actitud de gobernantes convertidos en alcahuetes del imperio, contra la soberanía y la dignidad de Haití.
Saludamos con este homenaje a la cultura del pueblo hermano, a su valor cívico, a su historia maravillosa que también es nuestra; a la dignidad de una nación de la que tenemos mucho que aprender. Y saludamos a los haitianos que no se resignan a la nueva invasión y luchan, cada cual a su modo, por preservar sus identidades, sus maneras, su soberanía, de la violación sistemática a la que son expuestos.
El pueblo haitiano necesita hoy colaboración para reconstituir lo que rompieron el imperialismo francés y estadounidense y sus socios (de afuera y de adentro), además del terremoto de 1810, pero esa ayuda de ninguna manera debe traducirse en ejércitos de ocupación. Pésima lectura propia de los estados que atropellan, no de los pueblos hermanos. Y atropellan, por ejemplo, creando sin escrúpulos el perfil de un “estado fallido” o “inviable” para justificar la farsa de sus invasiones, como lo han hecho y lo hacen a diario en tantos países donde ponen la mira.
Es hora ya de terminar con la opresión y con la soberbia de Estados xenófobos que buscan desacreditar a todo un pueblo como el haitiano que puede dar pruebas de talento, lucha y organización, y cuyas mentes brillantes permitieron rescatar de la derrota las revoluciones de Nuestra América. Es hora de desenmascarar la historieta que cuentan los poderosos para hundir a Haití, poderosos serviles a los Estados Unidos que, si prestan una ayuda, es para tener sujeto al pueblo.
Este Premio Conciencia Abya Yala 2013 dice sí al trabajo digno de los haitianos, sí a su derecho a la libertad, sí a la necesaria cooperación de los pueblos hermanos en la memoria de Toussaint Louverture, Dessalines, Pétion y tantos luchadores contra la esclavitud que son nuestros jefes revolucionarios de siempre.
Dice sí a la necesaria actitud servicial de los vecinos para que Haití recupere su soberanía alimentaria y proteja la salud de las familias; para la reparación de la biodiversidad y el intercambio económico; y repudia a la vez esta arbitrariedad llamada “estabilización” que busca asegurar los privilegios en un estado de cosas perverso.
Esta Junta Americana por los Pueblos Libres organizó en su momento una colaboración con el pueblo que sufría las trágicas consecuencias del terremoto (allí se pudo comprobar la solidaridad y comprensión de nuestros pueblos); y ha emitido un par de documentos junto a otras organizaciones del cono sur para reclamar el retiro de las tropas de la MINUSTAH (en especial, por supuesto, de las tropas argentinas), y pedir su reemplazo por verdaderas colaboraciones. Este homenaje ratifica y redobla nuestro reclamo contra una ocupación que nos avergüenza y de la que no debemos ser cómplices. Los gobiernos sudamericanos, y en particular el argentino, deben informar acabadamente el resultado de este despropósito, porque fuentes de confianza de Haití aseguran que el actual sistema se estableció para perfeccionar el colonialismo, para garantizar los privilegios de una minoría rica, y abrir el país a los intereses extranjeros, neocoloniales, de manera que hasta la ayuda llamada “humanitaria” se pone al servicio de obras que no son prioritarias para los trabajadores, estudiantes, campesinos, pero sí para los Estados Unidos.
Hoy solicitamos al profesor Henry Boisrolin que reciba este reconocimiento colectivo y lo hacemos en la convicción de que estamos ante un hijo de Haití que nos conmueve con su patriotismo, un hijo que dedica sus horas al esclarecimiento del pasado, el presente y el futuro de su amada nación. Y porque confiamos en su mirada integral, y en sus convicciones de patria grande.
Anne-Marie Joseph Guy Henry Boisrolin, con cuna en Port-au-Prince pero radicado en Córdoba desde la dictadura de la familia Duvalier, es Coordinador del Comité Democrático Haitiano en la Argentina y se desempeña en lo académico como Profesor de Metodología de Investigación Científica y de Presencia Africana en el Instituto de Culturas Aborígenes de Córdoba.
Hemos seguido su prédica, su valor cívico en la denuncia serena y firme, tanto del dolor que debe soportar el pueblo como del ánimo de ese pueblo para salir adelante con felicidad. Henry nos ha contagiado su amor a Haití, recalcamos esto, en el trabajo por la independencia definitiva y en la divulgación de su honda cultura.
Con Henry Boisrolin nos hemos bañado en la historia de un pueblo, con él hemos remozado los vigorosos lazos de hermandad en Nuestra América, y el antiimperialismo.
Lo acompañamos junto a amigos orientales en Montevideo, en la presentación de una carta a las autoridades del Mercosur que aún aguarda respuestas, y entendemos que su vida y su trabajo en la Argentina y la región nos comprometen.
Por Haití, por su historia que es la nuestra y que reúne y recrea las tradiciones milenarias de Abya yala y África; por su futuro que es el futuro de los pueblos en unidad y libertad, invitamos a Boisrolín a una Conferencia en Paraná en octubre, para entregarle en ese acto este reconocimiento que consistirá en una obra de arte de la región.
Octubre, un mes clave para comprender el germen de una invasión que, tras cinco siglos, persiste hoy por otros caminos, a veces más sutiles y siempre colonialistas (“civilización, pacificación y evangelización”, llamaron también al genocidio, y todo parece repetirse). Pese a todo, esta fecha encuentra a los pueblos unidos y con la frente en alto para la resistencia y la emancipación
El Premio anual Conciencia Abya yala rescata y pone en relieve a las agrupaciones y las personas que manifiestan los valores genuinos de las culturas de este continente, con raíces milenarias, sea a través del arte, el conocimiento, la defensa de la naturaleza y la cultura, sus luchas o sus sueños.
En años anteriores rendimos homenaje a los jóvenes de El Agua Manda que remaron miles de kilómetros por la cuenca del Paraná, Paraguay, Uruguay para conocer y difundir el estado de la naturaleza y las culturas costeras jaqueadas por un sistema colonial extractivista; y premiamos también a los pescadores artesanales y demás obreros de la costa por sus convicciones y su ejemplo de vida en armonía con la naturaleza, en la persona de Dominga Ayala. Hoy nos inclinamos ante Haití con este reconocimiento expresado en uno de sus hijos que nos trae, desde el dolor, el aire fresco de la dignidad.
¡Salud, hermanos haitianos! Esta lucha de hoy llama a honrar a Abya yala. Toda nuestra solidaridad , nuestro respeto y nuestro compromiso con sus mujeres y sus hombres, sus trabajadores, sus poetas, pintores, músicos; con sus tambores, con sus luchas.
¡Fuera militares, multinacionales y gobiernos ajenos a Haití!
¡Fuera imperialismo de Nuestra América!
¡Sí amor, colaboración, respeto y agradecimiento! ¡No tropas!
¡Por un bello y libre Haití!
¡Gracias, Henry Boisrolin!

Junta Americana por los Pueblos Libres – JAPL -
Agosto de 2013.-
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