lunes, 24 de abril de 2017

La amenaza

Acá es una pavada 



 La amenaza del Comando Barneix fue enviada desde el exterior


LA RULETA RUSA


Captura de pantalla del correo enviado por el Comando Barneix


Se logró individualizar la computadora desde la que fue enviado el correo electrónico del “Comando Pedro Barneix”, según informó la fiscal Mónica Ferrero a Sala de Redacción. Descubrir este ordenador, que está alojado en el exterior, no fue tarea sencilla dado que se utilizaron las plataformas TOR y Guerrilla mail, programas que hacen muy complejo rastrear la IP original.

En el correo podía leerse “Por cada suicidio de ahora en más, mataremos a tres elegidos azarosamente de la siguiente lista” y se amenazaba a trece personas vinculadas a los derechos humanos: el ministro de Defensa Nacional Jorge Menéndez, el fiscal de Corte Jorge Díaz, el ex juez Federico Álvarez Petraglia, la ex fiscal y directora de la Institución Nacional de Derechos Humanos y Defensoría del Pueblo (INDDHH) Mirtha Guianze, la ex vicecanciller Belela Herrera, los abogados Pablo Chargoñia, Juan Errandonea, Juan Fagúndez, Óscar López Goldaracena y Hebe Martínez Burlé, el jurista francés Louis Joinet, el activista brasilero Jair Kirschke y la investigadora italiana Francesca Lessa.

De esta lista se les envió el mensaje solo a tres personas: al fiscal de Corte, a Álvarez Petraglia y a Chargoñia, quien expresó: “Se ve que el comando no tiene un buen servicio de inteligencia porque me mandaron a un correo institucional de ANEP donde yo no trabajo hace años. Ese correo está bloqueado y nunca lo abrí. A Federico Álvarez Petraglia se lo mandaron en las mismas condiciones, a un correo viejo. Tampoco lo abrió, de modo tal que si nosotros dos hubiéramos sido los únicos destinatarios, no nos habríamos enterado nunca“. El correo también lo recibieron el comandante en jefe del Ejército Guido Manini Ríos y el diario La República. Fue el fiscal de Corte quien realizó la denuncia. El caso está en manos de la jueza Julia Staricco y la fiscal Mónica Ferrero.

Chargoñia y Errandonea aseguraron a SdR que desconocían los avances en las averiguaciones judiciales. Por ello, Errandonea manifestó que le resulta increíble que inteligencia policial y militar desconozcan de dónde salió este correo. Y agregó: “También es cierto que como la amenaza estaba supeditada a que hubiera procesamientos y/o algún suicidio, en la medida que esto no ha sucedido, se pretende que esto quede por acá“.

Guianze, que tampoco tiene este dato, espera la respuesta a un escrito que envió a Staricco en acuerdo con María Simón, decana de Facultad de Ingeniería, en el que solicitó que esta facultad realizara una investigación paralela a la que lleva a cabo el Departamento de Delitos Informáticos de la Jefatura de Policía de Montevideo. Como la jueza aún no ha dispuesto nada, la investigación por esta vía se encuentra estancada ya que esta casa de estudios solo cuenta con dos de los emails originales. Según Guianze, el o los autores de este delito contaban con conocimientos técnicos avanzados, ya que fueron contemplados todos los detalles para que el origen no pudiera ser rastreado.

UNA LISTA CURIOSA

Si bien todos los amenazados tienen algún vínculo con la defensa de los derechos humanos u ocupan algún cargo relacionado a la temática, es sorprendente la ausencia de la jueza Beatriz Larrieu y la fiscal Ana María Telechea, quienes en 2015 llevaron adelante la causa que terminó con el procesamiento de Pedro Barneix.

“Es cierto que todos estamos vinculados al tema de los derechos humanos, tal vez con la excepción del ministro de Defensa Nacional. Por otro lado hay abogados que ya no actúan en estas causas. Así que con qué criterio se confeccionó esa curiosa lista, no lo sé”, dijo Chargoñia, quien agregó que puede “que estén involucradas otras cuestiones ajenas estrictamente al tema de los derechos humanos y los procesamientos, como cuotas de poder dentro de la interna militar o preocupaciones por la reforma de la Caja Militar. Eso podría especularse sobre todo cuando se amenaza al ministro de Defensa”.

En consonancia con esta idea, Errandonea declaró: “me da la sensación de que también hay un tema interno, porque por algo ponen al ministro de Defensa cuando no tiene nada que ver con el resto del grupo. Mi interpretación es que todo esto es para debilitar al ministro, y no en concreto contra nosotros”.

Tanto Guianze como Errandonea resaltan que es posible que el ministro figure porque su postura frente a las investigaciones sobre el pasado reciente dista mucho de la del anterior ministro, Eleuterio Fernández Huidobro.

¿UNA PIEDRA EN EL CAMINO?

“La posibilidad de cumplir la promesa de la amenaza es muy remota. Matar, como dicen ellos, ¿”azarosamente”? ¿ir a matar a alguien a París? ¿a Louis Joinet? ¿a San Pablo a Jair Kirschke? Entonces estamos hablando de la KGB y si es así se equivocaron en mi correo. Me da la impresión de que el objetivo de la amenaza es en sí mismo amenazar, anunciar un mal inminente, no efectivamente cumplirlo, y perturbar de alguna manera el trabajo”, analizó Chargoñia.

A Lessa, que tiene la intención de continuar su investigación sobre el Plan Cóndor, tanto la Universidad de Oxford como la embajada de Italia le impiden el ingreso a Uruguay, pues no pueden brindarle seguridad ante esta amenaza. Lessa trabaja hace años en el tema e incluso cuenta con documentos de peso, como el que demuestra que Jorge Tróccoli revistaba en la Escuela de Suboficiales de Mecánica de la Armada (ESMA) hasta 1979. En palabras de Guianze, la prohibición que cae sobre Lessa tiene sentido pues “en cualquier parte del mundo, una amenaza de muerte es una amenaza de muerte y acá es una pavada”.

Por su parte, Joinet escribió una carta en respuesta al Comando Barneix en la que reivindica su labor y se dirige a los “Señores militares”. También comparte una hipótesis: “Su presencia en aquella sala de interrogatorios da que pensar, sin poder aportar pruebas por el momento, que son probablemente esos ex oficiales superiores -José Puigvert y José Bodean- quienes por espíritu de venganza y para presionar a la justicia, se esconden, con otros cómplices, detrás de este Comando Barneix”.

Para Chargoñia, la mejor manera de enfrentar estas situaciones “es trabajando más y mejor. Hay que ser muy firmes y exigir al Estado que proteja a los defensores de los derechos humanos -en los mismos términos que lo dijo la Comisión Interamericana de Derechos Humanos-, porque todo el sistema resulta afectado si son perturbados con amenazas”.

Sofía Kortysz

>>> Louis Joinet, magistrado francés






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